Hora Intermedia

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

HIMNO

A la gloria de Dios se alzan las torres,
a su gloria los álamos,
a su gloria los cielos,
y las aguas descansan a su gloria.
 
El tiempo se recoge;
desarrolla lo eterno sus entrañas;
se lavan los cuidados y congojas
en las aguas inmobles,
en los inmobles álamos,
en las torres pintadas en el cielo,
mar de altos mundos.
 
Él reposa en la hermosura
del corazón de Dios, que así nos abre
tesoros de su gloria.
 
Nada deseo,
mi voluntad descansa,
mi voluntad reclina
de Dios en el regazo su cabeza
y duerme y sueña...;
sueña, en descanso,
toda aquesta visión de esta hermosura.
 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu
por los siglos de los siglos. Amén.

SALMODIA

Ant. 1. En el peligro grité al Señor, y me escuchó. Aleluya

Salmo 117
HIMNO DE ACCIÓN DE GRACIAS DESPUÉS DE LA VICTORIA
Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular (Hch 4, 11).
I

Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
 
Diga la casa de Israel:
eterna es su misericordia.
 
Diga la casa de Aarón:
eterna es su misericordia.
 
Digan los fieles del Señor:
eterna es su misericordia.
 
En el peligro grité al Señor,
y me escuchó, poniéndome a salvo.
 
El Señor está conmigo: no temo;
¿qué podrá hacerme el hombre?
El Señor está conmigo y me auxilia,
veré la derrota de mis adversarios.
 
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes.

Ant. En el peligro grité al Señor, y me escuchó. Aleluya

Ant. 2. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. Aleluya

II

Todos los pueblos me rodeaban,
en el nombre del Señor los rechacé;
me rodeaban cerrando el cerco,
en el nombre del Señor los rechacé;
me rodeaban como avispas,
ardiendo como fuego en las zarzas,
en el nombre del Señor los rechacé.
 
Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó;
el Señor es mi fuerza y mi energía,
Él es mi salvación.
 
Escuchad: hay cantos de victoria
en las tiendas de los justos:
"la diestra del Señor es poderosa,
la diestra del Señor es excelsa,
la diestra del Señor es poderosa".
 
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
Me castigó, me castigó el Señor,
pero no me entregó a la muerte.

Ant. La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es excelsa. Aleluya

Ant. 3. El Señor es Dios, él nos ilumina. Aleluya

III

Abridme las puertas del triunfo,
y entraré para dar gracias al Señor.
 
Ésta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
 
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mi salvación.
 
La piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular.
 
Es el Señor quien lo ha hecho,
ha sido un milagro patente.
 
Éste es el día en que actuó el Señor:
sea nuestra alegría y nuestro gozo.
Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
 
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina.
 
Ordenad una procesión con ramos
hasta los ángulos del altar.
 
Tú eres mi Dios, te doy gracias;
Dios mío, yo te ensalzo.
 
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.

Ant. 3. El Señor es Dios, él nos ilumina. Aleluya 

TERCIA

LECTURA BREVE  Rm 8, 15-16

Habe?is recibido, no un espi?ritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espi?ritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre). Ese Espi?ritu y nuestro espi?ritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios.

V. En ti, Señor, está la fuente viva.
R. Y tu luz nos hace ver la luz.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto. Que vive y reina contigo.

SEXTA

LECTURA BREVE  Rm 8, 22-23

Sabemos que hasta hoy la creacio?n entera esta? gimiendo toda ella con dolores de parto. Y no solo eso; tambie?n noso- tros, que poseemos las primicias del Espi?ritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la hora de ser hijos de Dios, la redencio?n de nuestro cuerpo.

V. Bendice, alma mía, al Señor.
R. Él rescata tu vida de la fosa.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto. Que vive y reina contigo.

NONA

LECTURA BREVE 2 Tm 1, 9

Dios nos salvo? y nos llamo? a una vida santa, no por nuestros me?ritos, sino porque, desde tiempo inmemorial, dispuso darnos su gracia, por medio de Jesucristo.

V. El Señor los condujo seguros, sin alarmas.
R. Los hizo entrar por las santas fronteras.

ORACIÓN

Dios todopoderoso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que podamos dar en abundancia frutos de buenas obras en nombre de tu Hijo predilecto. Que vive y reina contigo.

CONCLUSIÓN

V.
 Bendigamos al Señor.  
R. Demos gracias a Dios.